Digno Señor:
Quedé mirando fijamente el nacimiento. No era San José ni por asomo. Era... un negro rechoncho con la camiseta de Alianza Lima que en otra época del año debe de ser alcancía y esa noche, a falta de progenitor del redentor, fue arbitrariamente dispuesto frente al pesebre sobre papeles verdes con chispitas de témperas coloridas al lado de dos patos raros que eran de su tamaño. Incluso pudo ser una cábala, quién sabe. Pero no sé, yo justo me percaté de su existencia cuando por la radio dijeron que Waldir Sáenz falló un penal y yo deglutaba tor-tees picantes y recolectaba cheese-tris para la amante de esas golosinas que es, a la sazón, amante mía también. El Jesús del nacimiento tampoco era un dechado de estética: era dos veces más grande que su oscuro padre putativo y, para concha, de piel nívea y de ojos celestes. María era una muñeca Barbie sin una pierna y con un paño Yes improvisado como manto sagrado (para los habitantes de esa casa sería los mismo rezar “Protégenos bajo tu manto” que decir “pásame el trapo para limpiar la mesa”. Y de ahí me dice mi madre “hereje” porque secuestro al bebé de mi nacimiento y lo escondo en una cúpula de vidrio llena de pachuli y hojas secas aromáticas. No hay razón.)
Y todos se van al Luau de Asia y yo sigo advirtiéndoles que he soñado con un tsunami horrible que llega y arrasa a la clase media emergente y la burguesía obsoleta de nuestro querido país (“esta mierda es tu Perú”, diría Ugarelli). Y Claudia insiste en que soy un esperanzado pesimista.
Y ya no hago balances del año, menos en público. Ni promesas colectivas ni dinámicas grupales para esperar el nuevo año. Tengo en mi mano el papelito que escribió Ana con sus promesas, pero también recuerdo el mío y me sorprende haber cumplido todas las metas. Pero sobre todo me sorprende haber coincidido contigo. Haberte amado a las 72 horas. Gozar de tus frases Hallmark. Hurgar en los piqueo snacks para darte sólo los cheese tris que te gustan. Ver películas tan malas y que nos parezcan tan buenas. Comer tantos chocolates y decir que mañana montaremos bicicleta hasta la Herradura. Picarnos tanto y discutir tan románticamente. Jugar a ser dioses. Ver a Bob el Constructor caminando por la avenida universitaria. Jugar voleibol en mi jardín y que botes la pelota donde el señor Sánchez.
El próximo año será lindo si...
- La gente activa sus neuronas.
- Sacan al delincuente japonés de Fujimori de las encuestas presidenciales.
- Alan García funda la ONG Políticos sin Fronteras y se va a ayudar en la reconstrucción de Sri Lanka.
- Doris Sánchez, Alfredo González, Enith Chuquival, Valdéz y todos esos payasos se apuntan en la ONG de García como voluntarios.
- Toledo le pide una tregua a su familia para que lo deje trabajar.
- Cecilia Valenzuela y la prensa de espectáculos que encabeza se dedica a hacer periodismo sano y entiende que el escándalo puede redituar sus bolsillos en el corto plazo, pero que el odio que están sembrando en el país será irreparable.
- Las dos repúblicas que cohabitan el país se integran un poquito más, adquieren más tolerancia mutua y nos damos cuenta que ninguna es mejor que la otra y que ambas terminan siendo lo mismo.
- Los chóferes de combi respetan las señales de tránsito (empecemos con las líneas blancas del medio de la pista y ya el 2006 veremos si se puede con los semáforos).
- Los pastrulos se fuman todos sus jardines y se van volando con sus ideas anarquistas de chicos bien al planeta que anhelan y jueguen allí “Ponle el troncho a Bob”.
- Mi dentista comprende que no le deseo ningún mal cuando termina de hacer sus endodoncias.
- Sigo buscando chees-tris.
- Sigo encontrando gente tan valiosa.
- Esa gente tiene oportunidad de hacer lo que mejor sabe sin necesidad de tener más de tres apellidos.
Feliz año, señor. Quedo de Ud.
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Efemérides
Sobre este blog
Almaceno (algunos) trabajos realizados como estudiante de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima entre 2001 y 2005.
6 comentarios:
Incuestionable señor:
Le falto agregar algunas cosas a su listado. Entonces, quedaría así:
El próximo año será lindo si...
-La gente empieza a darse cuenta de que la Madre Naturaleza está empezando a vengarse por todo el daño que le hemos hecho (tamaño tsunami!!) y empieza, al menos, a botar la basura en su lugar.
-Suspenden al Sr. Mufarech del Congreso y a él no le queda otra que montar una empresa de taxis con todos sus jaguares.
-A la ONG de García se incorpora el Sr. Bush, pero sólo como mensajero.
-Los presidentes le hacen caso a Mafalda y transforman los ejércitos del mundo en orquestas de música.
-Su principal redactor comprende -mejor dicho, tolera- que un poquito de marihuana (en su debido momento y lugar, por supuesto) no le hacen daño a nadie.
-Barney nunca más vuelve a venir a Lima.
-Ahhh...y por supuesto, Alianza Lima campeona el Torneo Nacional y se convierte en el nuevo TRICAMPEÓN.
Ahora sí, a la distancia y con retraso, ojalá haya tenido un feliz año nuevo.
Quedo Ud.
De modo que era la inefable Illari Orccottoma la autora de este comentario. La confundí, en un principio, con otro confundido amigo aliancista que también hubiera escrito algo tan desatinado como sugerir que Alianza tricampeone. El quid del asunto estaba entonces en Barney, el peluche lila con complejo de triceratops y dimensiones de nazareno-móvil... presumo que a estas alturas, usted lo debe estar odiando. Le regalo esta cancioncita irónica que cantan los anti fans como usted:
(con la misma melodía del Billboard hit 'I Love You')
I hate you
You hate me
Let's chase Barney up a tree
Grab a .45 magnum
Shoot him in the head
Look everybody, Barney's dead
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