
¿No es un riesgo muy alto lanzarse a la arena política en la coyuntura actual, que más parece un lodo?
Precisamente por eso es que el Partido por la Democracia Social (PDS) se lanza. Porque no queremos que la política siga siendo el lodazal que es, sino transformarla en el escenario en que, de manera civilizada, racional y democrática, se adopten las grandes decisiones del país y su futuro.
¿Qué de nuevo trae el PDS a la escena nacional?
Un afán de garantizar la ética, la transparencia y la honestidad en el manejo de lo público. Eso es lo que más nos caracteriza. Hay juventud; es una organización nueva; pero, al mismo tiempo, hay una experiencia en el ejercicio público de algunos miembros que queremos volcar en una nueva forma de hacer política. Quienes estamos en el PDS nos sentimos hastiados e insatisfechos de la manera como, en distintos grupos políticos, el objetivo es llegar al poder para servirse de él.
Sostienen en su Ideario que la democracia es el único mecanismo adecuado para lograr el bienestar. En un país donde impera el autoritarismo ¿no suena esto muy alejado de la realidad?
Bueno, la democracia tampoco es un sistema perfecto, ya lo dijo Churchill. Para que funcione, es necesario construir una experiencia de ejercicio democrático. Es imprescindible una práctica sistemática, pero, al mismo tiempo, tenemos que demostrar ser eficaces. De lo contrario se cae en el descrédito y en la asunción de ciertas formas autoritarias o de lucha armada. En ese sentido creo que este gobierno ha representado, para todos quienes creemos en esas formas, una gran desilusión.
Ayer, cuando presentaron las firmas ante el Jurado Nacional de Elecciones, usted dijo que el PDS quería ser el Cienciano de la política. ¿Ve el resto de partidos como "la segunda división del fútbol local"?
No, para nada. El APRA es un partido histórico y tradicional, pero que cuenta con un líder que le debe muchas explicaciones al país y que, además, ha sido el peor presidente del siglo que pasó. Alan García encabezó un gobierno caracterizado por la demagogia y la corrupción. Además, hay que recordar que regresó al Perú sin aclarar los gravísimos cargos de corrupción de que era objeto, amparándose en una prescripción dada por el Poder Judicial de Montesinos, y hay evidencias muy claras de que su regreso fue permitido y "facilitado" por ese señor, como señalan algunos testimonios de los hermanos Winter, por Matilde Pinchi Pinchi y por el propio Vladimiro.
¿Y Unidad Nacional qué representa?
Es un grupo muy heterogéneo, con gente que no me inspira mayor confianza política. Luego está Acción Popular, que tiene en Valentín Paniagua lo más importante. Más bien para él el partido quizá resulte siendo una rémora más que un capital valioso con el cual volver a gobernar al país. No es que falten partidos, lo que falta es recambio, nueva gente en política y nuevas propuestas, claro.
¿Por qué gente como Susana Villarán, que sí tuvo una experiencia de militancia política, no tuvo una posición notoria en contra de la dictadura sino hasta su caída?
Yo no pienso así. Susana ha tenido un rol protagónico como Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y sí alzó su voz de protesta cuando promulgaron la Ley de Amnistía, en el año 95, y cuando se vulneraban los Derechos Humanos en general.
¿Qué siente cuando dicen que su partido es la "izquierda light" o "caviar"?
No sé por qué nos endilgan ese mote. Sé que hay una necesidad de ubicarnos en alguna parte del escenario político. Es una discusión fatua. Hay gente como Susana (Villarán) que viene de la izquierda, pero después, como otros del partido, se han desempeñado profesionalmente en otros campos. Pretenderla encerrar en la izquierda y encima agregarle el calificativo “light” me parece injusto.
Francisco Sagasti, ideólogo del PDS, ha dicho que la "ubicación geográfica" de los partidos pasa a un segundo plano. ¿Le parece intrascendente que el electorado tenga clara esa posición?
Nosotros, en el PDS, estamos por la apertura de la economía, por la modernización económica, estamos convencidos que el sector privado tiene que ser la locomotora del desarrollo, creemos que el estado tiene que aprender a hacer más con menos, y nuestras gestiones -la mía en el Ministerio del Interior y la de Gustavo Guerra García, en Transportes y Comunicaciones- se han caracterizado por eso. Yo no sé si eso es derecha o izquierda...
Una izquierda moderna, entonces...
Claro. Es más fácil decir "esta gente viene de la izquierda", pero que ha evolucionado hasta las izquierdas democráticas que hoy conocemos, como la de Chile: Ricardo Lagos es un presidente socialista, responsable de haber firmado el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, o Felipe González, otro centroizquierdista contemporáneo, que incorporó a España a la Unión Europea.
¿No cree que buscar alianzas antes de las elecciones es muestra de debilidad?
Yo no soy de buscar alianzas ahora. Primero tenemos que concentrarnos en inscribirnos; luego, consolidar el Partido, que ha incorporado movimientos regionales importantes; y, en tercer lugar, hay que tratar de atraer al mayor número de gente que e identifique con nuestra forma de ver las cosas. Creemos que hay mucha gente con interés de participar en política pero no tiene un lugar que le dé las garantías para hacerlo, ojalá podamos atraer a esa gente.
¿Por qué Paniagua resulta un personaje tan “"apetecible"?
Porque aparece como el aliado más natural de una organización...
¿Estamos hablando de personas o de partidos?
No, de personas.
Él ha dicho que sigue siendo militante de base de Acción Popular, que se inscribe como de centro derecha, entonces es difícil entender esa apetencia.
Pero yo digo como figura. Entre los grandes líderes, él aparece más afín porque ha encarado esa manera de hacer política con decencia y austeridad.
¿Y no lo decepcionó con sus declaraciones sobre el Informe Final de la Comisión de la Verdad?
A mí sí. No estuvo a la altura de lo que esperábamos de él, habiendo sido quien creó esa Comisión. Pero, posteriormente, he escuchado declaraciones suyas que, creo, aspiran a corregir eso. Espero que represente un cambio de posición.
¿El Movimiento Humanista de Yehude Simon también es un aliado apetecible?
Espero. Estamos en conversaciones hace un año, pero no tenemos nada formal. Hay un proceso de confluencia con el Movimiento que él preside. Parece que él apuesta por la candidatura de Paniagua y sumarse a ella en un frente donde nos tendría (al PDS) como un aliado para contraponer a otras fuerzas.
¿Acción Popular no resulta incómodo para cristalizar este Frente?
Victor Andrés García Belaunde decía el otro día, mientras bailaba marinera con Lourdes Flores, que ella bailaba mejor que Susana Villarán. Entonces es probable que en la gestación de este frente alrededor de Paniagua exista una puja entre quienes quieran llevar ese frente a la derecha o a la izquierda.
Lo que sería peligroso es que ese Frente se llame "Unidos contra el APRA".
Sin duda. Pero hay que considerar que lo más probable, si marcha todo bien, es que el Frente dispute la segunda vuelta con el Partido Aprista, y sea el Frente que sea, va a terminar encarnando una alternativa antiaprista.
Realizada por Julio C. Mateus en setiembre de 2004.
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