El espejo de las vanidades

Dignísimo Señor:
Hoy pongo el superlativo porque pecaré de egocéntrico en esta bitácora, es lo más probable. Veamos, en orden cronológico: Ayer almorcé con Alonso Alegría -invitación suya, claro- y me dijo "huevón" porque le pregunté si le decepcionó la Primera Dama; luego fui a la Caja Negra a ver la obra "S", de Diana Collazos, joven promesa del teatro nacional (me encantó tu obra, Diana); me encontré con Ale y al anochecer me reuní con la entusiasta gente de ReCrea (Responsabilidad Creativa Inc.), perdiéndome el desalojo de Pocho, que debe haber sido un espectáculo. Hoy, Señor, me quedé dormido y no pude escuchar la anécdota de Milagros Leiva cagándose de risa de Alex Mercado ni vi a "El Aplicado" anotándola en su cuaderno, pobre tipo. Luego fui reprimido por la querida Claudita por no asistir al cóctel en su honor y me comprometí a resarcir mi falta mañana viernes, en una nueva edición de Rueda de Prensa (ya contaré de qué trata eso). Más tardecito, Giacosa y Bejarano me insuflaron de autoestima al decir que mi trabajo saldría por su programa radial. Luego comí una milanesa grasosa recordando la imitacíón maravillosa de Ugarelli (sí, la de "sos un genio, cebo boludo"). Ya para terminar el día, otra querida amiga me cuenta de sus accidentes y disyuntivas mientras que Sebastián me informa que hay una niña en una clase suya con mi apellido. Así como lee, Señor, con el mío. Lejos de joderme, le pedí que me la presente, quién sabe y termina siendo el amor de mi vida, ¿no? Y tendríamos hijitos que apelliden Mateus Mateus en una conjunción insoportable de ego y racionalidad. Maravilloso. Claro, que, como le dije, no podría bautizarlo Mateo porque ahí sí la cagaría (too much, como diría el Divo). Qué bárbaro, todo lo que hago para decirte a ti, sí, a ti, que no sé cómo decirte que me encantaría salir contigo. Ya te lo diré al menor descuido. Espero que funcione.
Quedo de Ud.
Post Scriptum: a mis lectores de Islandia y Portugal: en breve estaré posteando la entrevista al Sr. Alegría para su disfrute.