Dos puntitos y ese 1% de maldad

Digno Señor:
El viernes se frustró la Rueda de Prensa -teen version- en homenaje a la especialista en género, la PhD. No obstante, pudimos improvisar una mesa redonda con Ylia Vela -the Amcham girl- y el egregio J.C. Ugarelli –the Spanish boy-. Justo minutos antes de recibir a la ex compañera de claustros, éste me contaba haber escuchado a un niño aplicadísimo (bien peinado a la gomina, como decía mi tía Lucha) en el transporte público (no digo “combi” porque mis lectores de Singapur no entenderían) decirle a su mamá dos verdades maravillosas encaletadas en ingenuos diálogos:

Uno:
- Mamá, mamá, ¿sabías que los pingüinos llevan dos puntitos?
- ¿Ah sí? No sabía.
- Sí, se llaman diéresis, mamá. A ver, repite: dié-re-sis.

Dos:
- Mamá, mamá, ¿sabes de qué está compuesto el plancton?
- No, hijito. No sé.
- De 99% de agua y 1% de maldad (*).

(*) N. del T.: Ugarelli señala no estar seguro de haber escuchado "maldad" o "algas". Lo más lógico es que haya dicho ésto, pero prefiero aquéllo. ¿Por qué? Porque pónganse a pensar: ¿no pudo el inocente crío haber estado ensayando una reflexión metafísica? Yo creo que, fuera de toda ingenuidad infantil, el niño en cuestión por fin había comprendido que siempre hay un 1% de maldad en todos nuestro actos -y a veces el esquema se invierte a favor del 99%-. Hoy, por ejemplo, fui a comprar un helado de vainilla y paseé por Ripley. Una señora compró una casaca de cuero. Se la probó y yo la seguí viendo fea y desmondongada, pero ella se vio regia. Imaginó que los 120 dólares eran quite an inversion. Deseó haberla tenido antes para salir en la edición 300 de Cosas -que por cierto, ya adquirí y recomiendo-. Me di cuenta, ahí nomás, a qué se refería ese niño...
Quedo de Ud.

Post Scriptum: Felicito a Cocoa Malparida -digo, Malpartida- y a mi querida Maripí de Osma y Graña y Belaunde y Miró y todos los apellidos que intersequen con la Av. Arequipa, por salir tan lindas en la recepción por los 186 años de Pirula Malraux. Página 35, del “Mundo Social".